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Raudel (Escuadrón Patriota): "Tengo una fe absoluta en el cambio" #Cuba

Por Joan Antoni Guerrero Vall
Raudel Collazo es el cantante de Escuadrón Patriota. El tema Decadencia emocionó a miles de personas fuera de Cuba meses atrás. Sus canciones denuncian la falta de libertad y el estado de desesperación del pueblo cubano ante un sistema que hace oídos sordos ante cualquier demanda de cambio. El sábado pasado fue suspendido un concierto suyo en un local de La Habana donde tenía previsto actuar. Además, se intentó prohibirle la entrada al local. Mandato establecido por los de arriba. En esta entrevista, que mantuve telefónicamente con él esta mañana, explica lo sucedido.

Pero además aprovechamos la conversación para hablar de este cambio que sus letras reclaman, también de su nuevo disco, Somos la semilla del cambio, y de las esperanzas de libertad para un país que no es libre, Cuba. Sus palabras reflejan el sentir de muchos en la Isla, de una gran mayoría que vive en el apagón informativo y sin acceso a los medios de comunicación. Raudel habla de la necesidad del pueblo común de Cuba de participar del poder para influir en las decisiones que se toman y denuncia la existencia de una casta que es la que mantiene el poder en un país donde la mayoría sobrevive ahogada por miles de necesidades. Raudel es una de las voces del cambio, un hombre «sencillo» de la clase de los más desfavorecidos en Cuba que reclama un futuro de progreso, paz y tranquilidad. Al parecer, demasiado para el castrismo verdeolivo.

¿Qué fue exactamente lo que pasó en La Habana este fin de semana? Blogueros alternativos han denunciado que fuiste censurado y expulsado de un club…
Pasó la tarde del sábado. En realidad no era un concierto mío, sino de la peña de unos hermanos del movimiento hip hop, que me habían invitado. Hacía una semana que habían programado mi actuación. Pero cuando llego el sábado al lugar me encuentro que me dicen que yo no podía cantar allí, y no sólo eso, tampoco podía entrar al local donde se iba a realizar el concierto. Entonces yo no entendía nada. Bueno, me dije, está bien que no pueda cantar porque mis temas son contestatarios y lo que yo canto es la realidad, simplemente la realidad de mi Isla, y que el gobierno, el sistema, qué se yo, no entienda las cosas que yo estoy diciendo en mis canciones, en fin. Pero de ahí a que no me dejen entrar a un local de mi propio país como un ciudadano, con todos sus derechos, eso es lo que me resultaba intolerable. Lo otro, que no me dejen cantar, tampoco lo entiendo. Pero bueno se formó esa situación allí. Algunos hermanos que estaban, porque fueron a ver mi trabajo, tampoco entendían porque yo no podía cantar y porque no me podían dejar entrar. Y allí se creó una crisis un poco pesada, y eso fue lo que en esencia pasó el sábado.

¿Qué autoridad fue la que le impidió la entrada y qué motivos adujo para que se adoptara esa medida?
El que me dice que yo no puedo entrar es el productor del grupo de la peña, porque a mí nadie me dio la cara nunca. Incluso varios amigos que tengo fueron allí a preguntar qué cual era el problema que por qué yo no podía cantar. Entonces nadie sabía responder, todo el mundo decía que había sido una orden de arriba, que me imagino que debía ser otra estructura, a otros niveles, que había dicho que Raudel Collazo Pedroso, que ese es mi nombre, no podía entrar ni cantar allí. Pero la cara nunca nadie la dio, y a mí, a nivel personal, tampoco, ni nadie me explicó nada. Todo fue movido por terceras personas, qué sé yo. Algunos amigos hicieron un poco de fuerza diciendo que si no les explicaban porque yo no podía entrar entonces no se iban a mover de allí. Y al final pude entrar, pero no pude cantar, porque la prohibición de no cantar estaba vigente y siempre se manejó como que desde arriba otro poder fuerte decidió que yo no podía estar allí ni cantar. Pero personalmente la cara de quien lo hizo o no nunca la vi.

¿La actuación se iba a realizar ante una gran multitud?
No, no era eso. A mí me llamaba la atención. Sinceramente, es la primera vez que algo así me ocurre de esta manera y el concierto de la peña era bastante común, no era nada significativo lo que iba a ocurrir. Todavía no me explico el vínculo de porque sucedió y de porque lo hicieron. Yo sí estoy plenamente convencido de que soy uno de los… no voy a usar la palabra artista, porque no me considero artista, yo simplemente me considero un cronista, un poeta urbano que narra con sus canciones la realidad, el momento histórico de mi Isla, de mi país, en donde estamos viviendo. Yo sí sé que soy de los que no agradan, sencillamente soy un cronista contestatario y sé que mi mensaje no agrada. No a mis hermanos del pueblo, porque soy muy aceptado y muy escuchado, gracias a Dios, por las personas comunes, por la gente -lo que nosotros llamamos pueblo-, pero quizás por el poder yo no sea bien visto, o mi mensaje no sea bien visto, y sé que se articulan siempre determinadas cosas. Pero sobre lo que pasó ese día no entiendo cuál fue el móvil, porque no era un concierto significativo, no era nada transcendental lo que iba ocurrir allí. Era simplemente una peña, pero eso pasó, y todavía no he logrado establecer el vínculo de porque pasó y tampoco estoy claro de si esto va a ser una prohibición para ese día o si va a ser una prohibición de que, a partir de este momento, no voy a poder entrar y que no podré cantar en ningún lugar. No tengo muy claro si es una decisión transitoria o es permanente con Escuadrón.

Decadencia es un tema que fue muy bien recibido en el exterior. Desde entonces el trabajo de Escuadrón se aprecia mucho. Dentro de Cuba, ¿qué posibilidades y qué impedimentos han encontrado ustedes para difundir su música?
Aquí en Cuba en realidad no he encontrado impedimentos fuertes. Siempre ha habido una tensión alrededor de mi trabajo por las cosas que han sucedido con mi mensaje, con lo que sucedió con mi tema Decadencia, y en realidad con mi discurso, porque todas mis canciones llevan un discurso y un mensaje bien consciente y bien serio, llevan una crítica bien clara. Pero no he encontrado impedimentos fuertes. Incluso el 21 de agosto realicé un concierto que se permitió. El concierto se hizo, fue un éxito, me he presentado en festivales importantes aquí en Cuba, fundamentalmente en Ciudad de La Habana, pero nunca me había ocurrido algo así tan abiertamente, como lo que sucedió el sábado. Creo que Escuadrón es mucha gente, no soy yo sólo, Escuadrón son mucha gente, es el pueblo de Cuba, Escuadrón es todo aquel que tiene una esperanza, una esperanza de que haya progreso, de que haya oportunidades, de que haya libertad para el pueblo de Cuba, yo creo que no hay manera de que este proyecto de Escuadrón se detenga. Esto se desató y no hay manera de evitarlo, en el sentido de que mis proyectos van a continuar, mi crítica va a continuar, mi observación y mi cuestionamiento van a continuar. Independientemente de ser un cronista, yo pertenezco en Cuba a la clase de los menos privilegiados, soy hijo de padres humildes, un tipo bien común y bien sencillo, sin nada más que defender que la libertad, mi valor para comunicar esa verdad y el deseo sobre todo de que mi pueblo pueda progresar, evolucionar, y que las cosas cambien para todos aquí en la Isla. Mi mensaje va a continuar y sobre esa base, más aún. Un mensaje con una crítica a la realidad, con un enfoque bien espiritual, pero con mucho amor y mucho deseo de que las cosas cambien para todos acá y sobre todo para los menos privilegiados y los que más lo necesitan que es el pueblo, el pueblo común de Cuba.

Se define como cronista urbano. Está atento a la realidad de las calles de Cuba. ¿Percibe en esas calles actualmente la esperanza de la llegada de un cambio?
Yo sí la tengo. En algún momento habrá un cambio. Incluso en mis canciones hablo mucho de que el día de la liberación está cerca. Estoy preparando un nuevo disco que se llama precisamente Somos la raíz del cambio, es el nombre del nuevo álbum que pronto va a ser concluido. Tengo una fe absoluta en el cambio. Porque hay muchas personas trabajando para eso y preparándose para cuando ese momento llegue, sé que irremediamblemte ese momento va a llegar. No hay manera de que el cambio y la transformación se puedan parar, como elemento natural y como deseo y aspiración máxima de la mayoría de los cubanos.

«No hay manera de que el cambio y la transformación se puedan parar, como elemento natural y como deseo y aspiración máxima de la mayoría de los cubanos»

¿Cuando habla de cambio, a qué modelo de sociedad se refiere? ¿Qué modelo de sociedad le gustaría para su país y para sus compatriotas?
No me gustan las clasificaciones políticas. Soy un tipo más bien espiritual. Yo me muevo más del centro a la izquierda, soy más izquierdista, pero aspiro a una sociedad donde haya tolerancia, una aceptación total por la diferencia, donde la mayoría de las personas -y cuando hablo del pueblo me refiero a los cubanos de a pie que dependen de su trabajo, a esos que tienen proyectos y que aspiran a materializarlos alguna vez- tengan oportunidades. Aspiro a una sociedad ilusionada, progresiva, que no esté castrada por la necesidad tanto material como espiritual que genera la pobreza, una sociedad evolucionada, donde prime la intelectualidad, el amor, la tranquilidad y la paz. Estoy pensando en una sociedad en la que los cubanos merecemos vivir desde hace mucho tiempo. Un tipo de sociedad que, para mi entender, todavía no ha llegado, una sociedad equilibrada, realmente justa, donde se pueda vivir con oportunidades y derechos, con felicidad, con aspiraciones y con proyectos realizados.¡Dios mío, creo que no estamos pidiendo nada! A mí no me interesa quién va a estar en el poder, mi problema no es quién va a estar en el poder, pero nosotros, el demo, o sea el pueblo, necesitamos participar de ese poder para poder tener influencia en las decisiones, para que las que se vayan a tomar nos beneficien a todos. Eso creo que no lo tenemos.

¿Le resulta difícil señalar directamente a los responsables políticos de esta situación?
Son muchos y es muy complicado ese tema. Yo no siento ni odio ni rencor hacia nadie específicamente. Pero, por otra parte, me entristece y me duele mucho la realidad que hoy nosotros tenemos. Hay una superestrucutra que, como no se identifica, como no vive lo que vivimos nosotros, como no tiene nuestras mismas limitaciones, ni nuestros mismos problemas, quizás no pueda comprender de alguna manera qué es lo que nosotros estamos exigiendo, qué es lo que demandamos. No puedo comprender que las oportunidades no estén bien equilibradas. Para una pequeña casta, para un pequeño grupo, todo está garantizado, pero para una inmensa mayoría nada o casi nada, cosas elementales. ¡Dios mío, con sólo salud y educación no se construye una nación ni un futuro! Yo no quiero hablar de responsables directos, no por temor, sino porque no siento odio o rencor, que se genera cuando sabes a quienes vas a apuntar con el dedo. Yo creo que son muchos, son unos cuantos, son los que están disfrutando, los que tienen el control del país de algún modo, pero no quiero hablar directamente de responsables, así abiertamente.

«Para una pequeña casta, para un pequeño grupo, todo está garantizado, pero para una inmensa mayoría nada o casi nada»

¿Le gustaría salir del país para ofrecer un concierto? ¿Qué requisitos debería cumplir Escuadrón para que el gobierno le dejara salir?
No creo en las fronteras ni en las barreras. Creo que el mensaje de Escuadrón sirve para cualquier parte donde haya una situación extraña, en donde haya un poder y una inmensa mayoría que depende de este poder. Creo que mi mensaje puede trascender a Cuba, aunque yo le canto fundamentalmente a los cubanos. Y sí, me encantaría tratar de transmitir internacionalmente mi trabajo, pero ojo, yo quisiera que, si eso sucede alguna vez, las personas que me inviten tengan intereses afines, para nada mercantilistas o ultracapitalistas. Necesito gente bien sencilla y que de verdad crea en mi mensaje y que me quiera invitar y poder darle un concierto, no me interesa el número de personas, no aspiro a dar fuera de Cuba un concierto ni para 50.000 ni para más, necesito oídos que quieran escuchar, que quieran estar conectados conmigo, con lo que yo les tenga que decir. Quiero conectar con la gente que tiene fe en mi mensaje, que crea en lo que yo estoy tratando de transmitir, pero no quiero intereses ultracomerciales, quiero compromiso, responsabilidad, real y del corazón.

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5 comentarios en “Raudel (Escuadrón Patriota): "Tengo una fe absoluta en el cambio" #Cuba

  1. Es curioso, él cubano intra-muros y yo, cubana exiliada, él viviendo en la isla cautiva y yo en tierras de libertad, ambos de diferentes generaciones, sin embargo, ambos deseamos el modelo de sociedad muy similar, donde la gente pueda tener… un proyecto de vida, ilusiones, planes y esperanzas para el futuro. Un lugar donde los ciudadanos tengan la mentalidad evolucionada y sean capaces de convivir en paz, cada uno respetando los derechos de cada cual. Raudel, si estuvieras aquí te daría un abrazo de hermandad, adelante cubano, sigue persiguiendo ese sueño, por cierto ese sueño tuyo y mío, me recuerda a aquella canción de Los Pasos, "Ayer tuve un sueño". Que comienza así:Ayer tuve un sueño fue sensacionallos pueblos vivían en paz…

  2. Joan, gracias por esta entrevista con Raudel. Así es, el cambio es imparable. Pero necesitamos que los de adentro, que son los únicos que pueden hacer cambiar la situación real del país, rompan el Statu quo. Hay mucho miedo aún y eso los paraliza. Un abrazo para ti. Ya estoy de vuelta.

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