El nuevo periódico en #Cuba con el que sueña Yoani Sánchez

Yoani Sánchez en Madrid la semana pasada. (Foto: J. A. G.)

Por Joan Antoni Guerrero | @joanantoni70

Tras la publicación la semana pasada de una primera entrega de nuestra conversación con la bloguera Yoani Sánchez, ahora publicamos la parte dedicada a conocer algunos detalles sobre su proyecto de crear un periódico en la Isla de los periódicos prohibidos, salvo dos.

Has anunciado la creación de un nuevo medio en Cuba explorando los límites legales. ¿Pero cómo vas a colar un nuevo periódico en el marco estrecho del cuentapropismo?

Yo soy cuentapropista. Como tú sabes una de las características de mi  trabajo los últimos siete años ha sido explorar los límites. En Cuba todo está prohibido. Si vamos a mirar hasta respirar podría ser profundamente peligroso. Pero mi estrategia de vida y profesional también se basa en esto. Parece que se abre un centímetro, se toma ese centímetro y se empuja a por más. Si dejamos al gobierno cubano con su tempo nunca haría ningún tipo de flexibilización. Incluso yo creo que las reformas raulistas, que son muy cuestionables, que son cosméticas, que van muy lento, no son fruto de un gesto magnánimo, son fruto de aquello a los que les hemos obligado, tanto la comunidad internacional como la presión ciudadana. En ese punto lo que estoy tratando de hacer es aprovecharme de esas pequeñas burbujas de autonomía económica que se han creado, que están pensadas más para que el régimen sobreviva que para darle cierta holgura material a los ciudadanos, para volverlas contra ellos mismos. Ejemplo de eso es el tema de la telefonía móvil. Si Raúl Castro en el año 2008 hubiera imaginado que después de autorizar que los cubanos contratáramos una conexión de móvil cinco años después estaríamos tuiteando, convocándonos, informando al mundo de lo que pasa en Cuba probablemente nunca hubiera abierto. Esa es la manera, es de decir, revertimos sus propias reformas.

Imagino que la pretensión de tu nuevo medio no es conseguir un impacto en el exterior, el reto está en conseguirlo en el interior de la Isla…

El gran reto es llegar dentro porque vivimos bajo un gran monopolio de la prensa. Imprimir y distribuir es un delito enorme de propaganda enemiga, las imprentas están en manos del gobierno, custodiadas casi como cuarteles militares. En Cuba protegen más una imprenta que un cuartel militar. Voy a beber de la experiencia propia y la de muchos colegas que, en medio de ese escenario, han logrado conectar con la población. Estoy pensando en revistas como Convivencia en Pinar del Río, la Primavera Digital que se hace en La Habana, ahora se acaba de fundar una en Santa Clara que se llama Cuadernos de pensamiento plural, la revista Voces. En medio de eso han logrado llegar a un público, quizás no a la totalidad de la población ya que  eso es un sueño imposible. Llegar a la totalidad de la población lo puede conseguir la televisión nacional, la serie brasileña que transmiten tres veces a la semana en la hora estelar de la noche pero, fuera de eso, lo nuestro siempre será muy limitado. Lo que quiero es llegar a los lectores de opinión, al barbero que mientras le corta el pelo a su cliente le está contando lo que ha leído en este medio y por eso estoy pensando en una website a la que se pueda tener acceso desde cualquier lugar del mundo, que sea dinámica, moderna, el diseño contemporáneo, actual, que utilice mucho las herramientas audiovisuales, el video, Twitter, las redes sociales, y una versión en PDF que pueda circular vía memoria flash, copias en CD y en DVD, pero que también pueda ser vista en un reproductor de DVD en un televisor, porque toda familia cubana tiene un televisor, a lo mejor no tiene una taza de baño pero un televisor tiene. Somos un pueblo muy audiovisual y televisivo desde siempre.

¿De qué manera va a narrar Cuba este medio?

El medio va a tener una posición muy clara por la lucha de los derechos humanos, posicionamiento bien claro en la necesidad de libertad de expresión, de asociación, pero también se desplaza en otra dirección, que lo que no quiero es plantear esto como un medio anticastrista, aunque tenga una posición muy clara y deseos de que el país cambie y de que deje de estar en manos de la familia Castro, pero es un medio que puede sobrevivir al día después también. Tampoco queremos que sea el antiGranma porque Granma es el antiperiódico. Siendo el anti del anti, lo que te queda al final es una caricatura. Es un medio que explora también el medio empresarial, naciente, embrionario, pero que está y que importa mucho al cubano, el tema cultural, deportivo, la tecnología. Los cubanos quieren sentirse ciudadanos del siglo XXI o piensan que teniendo o sabiendo de artilugios tecnológicos modernos pues son ya ciudadanos del siglo XXI. Ir mucho al público adolescente al público joven de la edad de mi hijo, de 18 años. Quizás parecen más apáticos e indiferentes y que no van a ir a buscar la información política, pero a lo mejor sí les interesa otro tipo de información que se mueve más… se trata de llenar todos esos vacíos.

La distribución sigue siendo un reto grande. Si circula un reggetón prohibido por toda la Isla, ¿por qué no circula información política? El miedo persiste y juega en contra de la difusión…

Exacto. Pienso en el balance y la pluralidad de espacios. A mí me gustaría tener un periódico en el que se presenta un tema y se pueden presentar dos ángulos de la misma cuestión, una columna de opinión que hable de determinado asunto desde una óptica y otra que se le oponga. Esto en la prensa cubana no lo conocemos, o lo conocíamos, pero ya ha habido una interrupción de 54 años, de esa tradición de prensa de debate, de polémica. Por otro lado la infografía, que es una asignatura pendiente en la prensa cubana, y que tiene una fuerza comunicativa tremenda. Esa es la idea, a grosso modo, vamos  a ver cómo sale. Hay mucha gente que me dice que no es el momento, yo no lo creo, es el momento de nacer.